La certificación ecológica constituye un símbolo que distingue alimentos ecológicos en condiciones de producción inmejorables. Con ella se prioriza un trato respetuoso del medioambiente, un uso responsable de la energía, evitar en la medida de lo posible la intervención humana en la naturaleza y una producción sostenible en consonancia con los ciclos vitales de la misma. Los alimentos con sello ecológico son productos sometidos a los más elevados estándares de legislación alimentaria y constituyen la garantía de un cultivo ecológico, una producción y una transformación alimentaria reguladas, un comercio respetuoso con el medioambiente e inspecciones regulares. Cuando los consumidores y consumidoras seleccionan productos con etiqueta de producción ecológica contribuyen a la protección medioambiental y a la preservación de la biodiversidad.
En beneficio de los productores y productoras
La agricultura ecológica incentiva la fertilidad natural del suelo, ya que impone rigurosas restricciones al uso de pesticidas químicos, fertilizantes sintéticos, antibióticos o sustancias similares. El uso de la ingeniería genética se prohíbe terminantemente. En consecuencia, se posibilita una idónea explotación de los recursos locales y la perfecta adaptación de las especies animales y vegetales a las condiciones del área de producción. Garantiza una elevada calidad de los alimentos y una explotación sostenible del campo. Aunque las menores cantidades obtenidas y el mayor tiempo de consecución reducen los beneficios, la sostenibilidad de este tipo de producción garantiza a los agricultores mejores precios. Asimismo, queda garantizada la regularidad de sus ingresos y la posibilidad de financiación con otras medidas sociales y económicas.
La agricultura ecológica genera confianza
Su calidad constituye un factor de compra decisivo tanto de cara a los productores como a los consumidores y consumidoras. El resultado de estas exigencias son productos saludables y exentos de residuos, así como un trato respetuoso del medioambiente. Todas estas expectativas pueden identificarse con la etiqueta de los alimentos ecológicos. Esta avala el cumplimiento de todas las prescripciones legales para una producción ecológica, así como el cumplimiento de inspecciones regulares.
Dos son los conocidos símbolos que conforman el logotipo de producción ecológica de base de la UE. La bandera europea y una hoja que se manifiesta en diferentes diseños como símbolo de la naturaleza y la sostenibilidad. El resultado de la combinación de ambos símbolos es un elemento visualmente único, explicativo y atractivo.