La crisis económica mundial envuelve a todo el planeta en una oscura nube de pesimismo. Los pioneros más valientes se enfrentan a la negatividad explorando nuevas vías. En Niederbuchsiten, Leo Henzirohs, un joven emprendedor, se atreve a iniciar un cambio histórico y en lugar de preguntarse, como todos, qué puede fabricar y a quién se lo puede vender, él se hace otra pregunta: «¿qué necesitan las personas para facilitar sus tareas?». Este enfoque de marketing atípico para la época le permite superar todas las expectativas. Funda la empresa JURA y fabrica numerosos electrodomésticos.
La amenaza del inicio de la Segunda Guerra Mundial implica una frenazo al consumo y la demanda de este tipo de productos cae en picado. Sin embargo, crece la necesidad de información. JURA ve la oportunidad y fabrica receptores de radio e incluso ofrece un servicio mixto de alquiler-venta para los hogares más humildes. Henzirohs se convierte en el mayor vendedor de radios de Suiza. Gran parte del éxito se debe al departamento de reparaciones que garantiza la conservación del valor y la durabilidad de los productos de JURA.